Cada vez que paso, distraídamente algunas veces y buscando
deliberadamente en otras, tengo, cada vez que nos topamos, la certeza de que
alguna vez fui piedra entre las piedras, cristal entre cristales, polvo entre
el polvo y nada entre la nada.
A veces las veo, dispuestas desordenadamente arriba de unas
hojas de diario que sostiene un cajón de fruta y verdura, otras veces las
encuentro colgando coquetamente cuales extrañas frutas, de un árbol cobrizo de
la vida que un improvisado joyero ofrece.
Las piedras, viejas amigas, pequeñas o grandes, de
diferentes colores, texturas y granulosidades variables, algunas veces de
superficie lisa, otras veces marcadas y heridas por golpes,
desgajadas.....todas ellas me llaman, con sus voces peculiares y únicas,
contándome sus historias, sus viajes, su mensaje, o, simplemente, para decirme
que, ahí están.....
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