La escarcha se derrite,
un pequeño río se desliza
Entre las púas del cactus
Sedientas las piedras, al borde del camino
Esperan ansiosas, junto a las abejas
Y los alacranes
El frío escozor de la quemazón helada
Frío vital, aroma de tuna
Dulce higo, de la India aindiado
Noche tras noche, día tras día
Escrutando las estrellas, con infinita paciencia
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